Foro

Por favor, o Regístrate para crear mensajes y debates.

Del confesionario al cagadero, ¿quién da más?

La confesión de Pilar sobre su poco amor a las ediciones de Kalandraka y la mía sobre una cagada en una sesión de mediación en torno a los cuentos tradicionales, han inspirado la creación de este espacio de conversación para valientes, donde hablar de placeres y odios inconfesables, pero también de aquellas meteduras de pata en la mediación de las que aprendimos algo importante.  ¿Alguien más se atreve a cometer una herejía?

Nieves Batanero ha reaccionado a esta publicacion.
Nieves Batanero

Odios inconfesables no tengo, más allá, en el mundo de la LIJ, que nunca me atrapó “A qué sabe la luna” ni la saga de “El monstruo de colores” y que me causan cada vez más rechazo y dejo de seguir por abrumadores, las cuentas en redes sociales de entusiastas de esta literatura, aparentemente siempre a la última, donde toda persona que comenta sabe, tiene opinión, jalea, aplaude, en las que aparece la pregunta “Voy a tener un bebé y mi niña de dos años no parece aceptarlo… ¿Podéis recomendarme un libro para…?”, o los concursos de “Adivina de que libro es esta guarda”. Dejo que me hagan sentir chiquitita y no quiero darles ese poder.

Salvado esta situación comento mi momento ¡ups! resuelto porque la niña protagonista es una crack, para comérsela a achuchones. Ludoteca de verano, jaleo alrededor, una peque de 3 años está tristona. La crack de 9 años es nueva en el Espacio y en el pueblo, no tiene aún confianza con los chavales. Me ve cerca de la peque, “¿Qué le pasa?”, pregunta; “Que tiene ganas de que su mamá le dé un abrazo, y mientras viene, he encontrado este libro lleno de abrazos”. Era un libro cuadrado, en cartoné, lleno de abrazos de mono, oso, pingÚinos, abuelos y abuelas, hermanos… y terminaba, tipo el pollo Pepe -que ya os digo que bien podía haber cogido ese libro y no el otro- diciendo “el mejor abrazo del mundo es el que te da mamá”. Y terminamos abrazándonos las tres… Y yo digo “Si es que como el abrazo de mamá no hay nada, verdad”. Y la crack, tranquilamente, me dice: “Mi madre murió de cáncer hace tres años”. Y me cuenta la historia. Serena, sin lágrimas, con ternura.

¿Que aprendí? Que ningún libro es inane, que, aún teniendo que tener en cuenta todas las sensibilidades, no podemos controlarlo todo y que, por eso, he de saber escuchar y tengo que tener los recursos necesarios para salir de estas situaciones sin sentir que el suelo se abre bajo mis pies.

Un último apunte en torno a los odios inconfesables, los libros inútiles, Jerónimo Stilton y Enid Blyton versión Ana Garralón. Lara pregunta durante la sesión virtual si existen libros inútiles. En las respuestas que dan las personas que participan surge Jerónimo Stilton. Tiene detractoras y seguidoras: Helena dice que le enganchó a la lectura, que aún hoy lo recuerda con cariño y lo puede leer de nuevo y recuperar esas sensaciones -más o menos por ahí fue su intervención-. Y esos comentarios me llevan a lo que tengo en mi cabeza estos días, recuperando de mi biografía lectora los libros de Los Cinco, de Enid Blyton y a la crítica de obra y autora que acabo de leer en “Las Incursoras” de Ana Garralón: “no es ningún secreto que los personajes están dibujados de manera superficial e idealizada, los conflictos estandarizados, los argumentos son repetitivos y predecibles, las situaciones esquematizadas, y el lenguaje es extremadamente simple en ambientes listos para el escapismo con protagonistas que desconfían de los adultos y tienen una inusual autonomía.” ¡Toma castaña Ana Garralón! con todos mis respetos, ¿crees que mi yo lectora de 8/9 años -a la que acabas de vapulear- estaba formada para ir más allá de preguntarme que era una galleta de jengibre, una cerveza de mantequilla y como se combinaba eso para comer en un pic-nic?. Leía Los Cinco y me entretenía, me hacía coger otro libro, y otro… me hacía leer -Los de Torres de Malory no me gustaron, bastante tenía con mi cole femenino como para leer sobre chicas confabulando en un internado, o sea, que poco a poco iba formando criterio-.

Lara en un momento de la sesión dice “los usuarios no están formados” en el contexto de que está bien que lean incluso lo que no tenemos bien considerado, pero que la labor de mediación debería ir a orientarles hacía otras obras que, relacionado con lo que a ellos parece gustarles, tengan un punto más de diversidad, propuesta original, creatividad...

Por aquí estamos al menos dos personas, Helena formada a partir de Jerónimo Stilton y yo con Los Cinco, que recordamos con cariño las obras que nos ayudaron a convertirnos en las lectoras que aún somos.

 

Nieves

Eva Iñesta Mena ha reaccionado a esta publicacion.
Eva Iñesta Mena

Querida Nieves,

Muchas gracias por tus aportaciones, por esa historia de la niña crack y sobre esa defensa del derecho del lector a disfrutar con lo que le da la gana.  Que es un poco lo que pretendía decir ese día respecto a leer cosas que a los adultos nos hacen levantar la ceja pero sí, yo también recuerdo con pasión Los cinco, incluso Torres de Mallory, Puck (que releído me da risa) y las novelas románticas de Danielle Steel que ahora me avergüenza tanto haber leído con emoción y placer secreto a los trece años.

Lo que quería decir es que de alguna forma tenemos que encontrar la manera de no juzgar y poner otras lecturas más diversas (porque yo leía lo que tenía a mano y aquello que me recomendaban mis iguales, pero ahora están tan influidos por el marketing que muchas veces no llegan a otras obras que no sean las que están de moda).   Yo siempre cuento de Gerónimo Stilton que cuando salió fue un fracaso estrepitoso.  Los primeros números no se vendían.  Los niños de la biblioteca en la que yo trabajaba los encontraban aburridos y no fue hasta que Planeta (asustado porque había comprado la franquicia con un contrato largo y compromiso a publicar todos los títulos) empezó a regalarlos con el periódico y hacer una campaña agresiva de publicidad, que empezaron a ponerse de moda y a calar entre los niños y niñas, que los leían y los intercambiaban como hacía yo con mis cromos de niña, también influenciada por la publicidad, o como veo ahora series que me recomiendan los amigos.

Nosotras somos también partícipes y víctimas de este sistema en el que estamos, poco podemos hacer al respecto.  Sólo tenerlo en cuenta y buscar estrategias para paliar sus efectos.  Recomendando variedad, por ejemplo.

Nieves Batanero ha reaccionado a esta publicacion.
Nieves Batanero

Buenas tardes,

Hemos pasado de unos niños que leiamos lo que teniamos a mano, y nos conformabamos con lo que leiamos porque no teniamos otra cosa, a unos niños que estan influenciados por internet y la televisión.  Estoy de acuerdo que el lector lea lo que le de la gana, y no se deje llevar tanto por las recomendaciones que hacen en los medios de comunicación, por tal libro.

Lo bueno es probar, si, y sino te agrada probar con otro. Eso es lo que les digo a los lectores de mi biblioteca hasta encontrar con el libro que te agrada. Leer tiene que ser un placer, y no una carga pesada.

Un saludo,

Carmen Díez

 

Lara Meana, Nieves Batanero and Eva Iñesta Mena have reacted to this post.
Lara MeanaNieves BataneroEva Iñesta Mena

Hoy quiero confesar...

Me duele en el alma cuando alguna compañera del colegio me pregunta por..."¿No tenemos en la biblioteca: "El monstruo de colores?" "NOOOOO"

Y no tenemos: "Adivina cuanto te quiero"? Noooooo.

No les grito y no les hablo mal, pero intento proponerles otras lecturas sorpresa que luego agradecen.

 

Lara Meana and Nieves Batanero have reacted to this post.
Lara MeanaNieves Batanero