Foro

Por favor, o Regístrate para crear mensajes y debates.

Haz memoria...

AnteriorPágina 3 de 4Siguiente

Hola,

soy lectora porque mi casa estaba llena de libros, por parte de mi padre y luego mi tía que se lleva muy poco conmigo, 12 años, es la que me contaba cuentos de cuando ella era pequeña, El Patito aventurero, La niña de los fósforos, los Cuentos de Calleja, Bambi, heredados a través de una prima suya, siguen vivos esperando otras generaciones. Me leía los libros que ella acababa, que eran los de Corin Tellado, del oeste, los de aquella época de los 80, eran de adultos pero mi tía no decía nada y me los dejaba leer , medio a escondidas de mis padres. hasta llegue a descubrir y leer, El Amante de Margarite Duras.

Y como no, la biblioteca, Los Cinco, Mafalda. Del colegio no me gustaban porque te obligaban y si encima no te motivaba el libro era un horror.

Mi padre era de comprar muchas enciclopedias, coleccionables y la revista de Círculo de Lectores, que esperaba con ansia que llegase para pedirme algún libro.

 

 

 

 

 

Isabel Benito ha reaccionado a esta publicacion.
Isabel Benito

Yo soy lectora por enferma. Una hepatitis gorda, gorda, de tres meses de reposo y uno más de convalecencia me hizo lectora. Me regalaron los libros que unos primos (de madre maestra) ya retiraban por infantiles para pasar más entretenida el tiempo, y me reglaron los familiares algunos libros (Mujercitas fue de estos), y ya me quedé aquí para siempre.

Recuerdo perfectamente el día que me hice usuaria de la biblioteca. Lo recuerdo mucho más claramente que otras fechas supuestamente importantes. Pero no estuve muy acompañada, y yo elegía basándome en vete a saber qué los libros. La conmoción lectora llegó con Ojos de perro azul. Y, Pato, que sepas que acabo de escuchar a Borges con la "Fundación mítica de Buenos Aires", y es precioso.

Isabel Benito, Begoña Camblor Pandiella and 2 other users have reacted to this post.
Isabel BenitoBegoña Camblor PandiellaNieves BataneroCristina Fuentes Muñoz

Mi madre con las canciones que nos cantaba de pequeñas ejerció mediación lectora de manera " no profesional". Ahora entiendo que  esas canciones fueron mis primeros acercamientos a la lectura, mi primeros libros cantados que ampliaban mi imaginario y desarrollaban mi lenguaje, además del vínculo afectivo con mi madre. Y fue un éxito, porque las mismas canciones las canté a mi hija y fueron también sus primeros acercamientos a la lectura, a las palabras, al placer de compartir sonidos y palabras con cariño.

Lara Meana, Isabel Benito and Begoña Camblor Pandiella have reacted to this post.
Lara MeanaIsabel BenitoBegoña Camblor Pandiella

Muchas gracias por vuestros relatos, son emocionantes. Hemos activado recuerdos y afectos necesarios para la reflexión que se nos viene, para no hacerla solo desde la cabeza sino involucrando el resto del cuerpo y de lo otro que está entre medias y no sé cómo se llama.

Saliendo un poco de las figuras familiares, sin duda fue una profesora la que encendió en mi esa llama.

Recuerdo no especialmente que nos animara a leer, sino que ella, con sus vivencias, comentarios y opiniones, siempre hacía un hueco a la lectura. Mencionaba libros que enriquecían sus relatos, autores que de alguna forma la habían marcado, anécdotas hipnóticas que relacionaba con lecturas, y, así, embaucaba al interlocutor a una suerte de alquimia en la que, personalmente, me vi envuelta, queriendo acceder yo misma a esa clase de vínculos.

Era como si ella, por el hecho de leer, hiciese su vida, tan mundana como la de cualquier otro, mucho más interesante, como si tuviese recursos para adornarla, acceso a lugares y herramientas que no quería perderme y que quería explorar por mi misma.

Isabel Benito and Nieves Batanero have reacted to this post.
Isabel BenitoNieves Batanero

Hola ! mi casa de la infancia estaba llena de libros y de unas tias abuelo y padre devora libros , a mi nunca me faltaron libros, disfrutaba mirando y remirando la revista del circulo de lectores, que me aseguraba cada mes un libro, mis tias disfrutaban casi mas que yo cuando me traian un libro. es verdad que yo no tenia habilidad lectora y me ensoñaba con las ilustraciones , mas adelante he descubierto que soy disléxica, y de hay tantas y tantas experiencias, de placer y displacer, nunca tuve presión de que leyera , pero es verdad que cuando la edad avanzaba ya no me interesaban los libros de mucho texto y mi experiencia de placer entre libros desapareció , aunque yo seguia mirando mi colección de álbumes .

 

En mi casa no me leyeron , pero si se cantaba mucho y creo que de hay tengo yo una especie de placer enganche a ese tipo de literatura cantarina.

Lara Meana, Isabel Benito and Nieves Batanero have reacted to this post.
Lara MeanaIsabel BenitoNieves Batanero

He sido una privilegiada. Mi padre se inventaba cuentos con personajes exclusivos para mí (para mi hermana hizo otros y mi hijo tiene los suyos). Mis abuelos me enseñaban canciones y poemas populares y uno me contaba historias de su infancia en que mezclaba, sin pudor ni disimulo, realidad y ficción. En vacaciones, mi abuela materna me leía cada noche un capítulo de algún libro de Celia, de Elena Fortún. Y siempre me compraban libros. Pero hay dos grandes momentos de conmoción, como diría Pato: el día en que mi madre me dijo que creía que ya podía leer una novela y me dio El camino, de Delibes; y el día de Reyes en que leí Historia de una escalera, de Buero Vallejo, que había pedido como regalo tras haberme quedado asombrada con la entrevista póstuma suya que habían puesto en la tele (el programa Epílogo). Aún hoy, Delibes es uno de mis autores de cabecera y leer teatro una de mis cosas favoritas.

Isabel Benito, Begoña Camblor Pandiella and Nieves Batanero have reacted to this post.
Isabel BenitoBegoña Camblor PandiellaNieves Batanero

Sin duda, mi madre. Nos solía leer fragmentos del "Hobbit" antes de dormir, del cual tengo muy buen recuerdo, y cuando era ya adolescente me recomendó leer "La herbolera", de Toti Martinez de Lezea, el cual se ha convertido en uno de mis libros favoritos.

Mi abuelo también me solía contar historias sobre un niño muy gamberro llamado "Txirrillo", inventadas por él, de los que guardo un muy buen recuerdo.

Isabel Benito ha reaccionado a esta publicacion.
Isabel Benito

No me resulta fácil hablarlo, pero resumiendo,  de mi  infancia, ni en mi casa ni en la escuela, no tengo recuerdo alguno de que me acompañaran en la lectura. Y he de confesar que en muchas formaciones sobre LIJ se hace referencia a las experiencias amorosas que han vivido los asistentes con sus padres, o abuelos que les leían o explicaban y, me ha resultado doloroso (eso que ya soy mayor!!!). Bueno, mi experiencia me ha servido para que con mi pareja hayamos tenido muy presente acompañar a nuestros hijos en el descubrimiento de la lectura, compartir historias leídas, vividas o inventadas...

Así que pienso que no haber tenido este acompañamiento en la infancia no impide que llegues a la lectura, a los libros y incluso que te dediques a la mediación ( o intentarlo).

Isabel Benito and Nieves Batanero have reacted to this post.
Isabel BenitoNieves Batanero

Llevo un par de días reflexionando sobre este tema, porque mi primer impulso fue contestar que no, que no tuve la suerte de tener mediadoras en la infancia, pero leyendo las experiencias de las demás, se me vino de golpe a la mente mi abuela Rosa. Y en cómo me cantaba canciones que hablaban de la guerra, de historias que pasaban en el pueblo, sus mismas vivencias de aquella época horrible para ser una niña. Y de cómo más tarde, ya recuerdo a mi madre y mi padre leyendo en la cocina o el salón de casa cada noche. O de cómo mi hermano mayor me echaba del cuarto casi a patas para quedarse solo y seguir devorando El señor de los anillos o cualquier libro de Tolkien que pillara por ahí.

Pienso también en mis compañeros y compañeras de instituto, de cómo nos juntábamos para escribir y para leer teatro en voz alta. De los cuentacuentos que empezamos a hacer nosotras mismas en la biblioteca de nuestro barrio. En Alejandro, el antiguo bibliotecario de la biblioteca en la que ahora trabajo yo y que tanto hizo por los chicos y chicas jóvenes que vivíamos por allí. Y pienso en la suerte de haber vivido rodeada de personas lectoras, y que si bien, no mediaban como tal, consiguieron trasladarme el asombro y el poder que adquieres cuando eres una persona que lee.

¿Podemos decir que todo esto es mediación? ¿Se media sin siquiera saber que estás mediando? Pues yo creo que sí, que las acciones suelen ser más importantes que las palabras (no siempre, entendedme, pero casi). Y que contar historias, ver a los demás leer, tener tu casa llena de libros e intentar leer Rayuela a los 13 porque a tu padre le encantaba la novela hispanoamericana y le oías decir que aquella era la mejor, sí que es mediar.

Así que gracias por esta pregunta y por el viaje. Y por la reflexión, me encantará leer qué pensáis al respecto.

Isabel Benito and Nieves Batanero have reacted to this post.
Isabel BenitoNieves Batanero
AnteriorPágina 3 de 4Siguiente