Incomodidad, ¿eres tú? Pasa adelante, te sirvo un café.
Cita de Freddy Gonçalves en 28 de octubre de 2024, 06:27Buenos días, queridas personas del ¿gremio? de la mediación:
Sé que es la última semana de octubre, que ha sido un mes pesado, pero los necesito abrazando la incomodidad. Que se muevan en esa silla como quien tiene una tachuela suelta. Quiero que nos pensemos fuera de nuestras ideas preconcebidas de la mediación, de la lectura; que pensemos en la cuota de autónomos a fin de mes, en la "discreta"subida del IVA en España, en las crisis energéticas sostenidas en distintos países de América Latina. Sí, es poner la radio (que noble es la radio como medio que se sostiene) y escuchar que el mundo está hecho un caos. ¿Es importante insistir tanto en la lectura actualmente cuando hay tantas otras cosas que cubrir?
No lo digo desde el enfado. En lo absoluto. Soy un ser de esperanza y con sus ideas claras (y hasta dulcemente simbólicas) acerca de la lectura. Lo pienso desde la razón, desde formar parte de una sociedad que tiene exactamente esas mismas angustias. Aquí donde me leen, ni idea de cómo voy a pagar el alquiler el mes que viene, pero seguimos insistiendo. Y dejo esto dicho, porque en muchos de los barómetros que se hacen sobre hábitos de lectura, se revela la falta de dinero como un obstáculo importante a la hora del "consumo". O de tiempo (que lo consume la necesidad de hacer dinero, de los obstáculos de la educación, de los cuidados en casa y, por lo tanto, de consumir otros formatos que no impliquen un "gasto" al menos evidente). Porque la lectura, en la actualidad, abraza vorazmente la idea del consumo. Las campañas de promoción lectora de las editoriales (y de los prescriptores digitales, dirigidos un poco por las mismas industrias), hablan de consumir libros, de leer como fanáticos o de educar en un modelo de productividad. La idea original del "placer lector" es ahora una carta capitalista voraz. Vamos a incomodarnos un poco más:
- Uno de los grandes pensadores literarios del siglo XX, Harold Bloom, publicó al inicio del siglo XXI un libro llamado "El canon occidental". En la introducción de este libro, manifiesta su preocupación acerca de cómo el mundo digital iba a alterar la idea del canon. Es decir, que todas aquellas lecturas fundamentales como referencias de la humanidad, esa línea civilizadora de la lectura, se desconfiguraría ante el acceso de tantas otras culturas o manifestaciones culturales, de otras razas, otros idiomas. Su angustia real era interesante: ¿quién va a poder estudiar todas esas posibilidades para construir un canon formal? Sin embargo, luego en ese mismo libro, propone autores para un canon fundamental: la gran mayoría hombres, blancos, heterosexual (hasta que se sus diarios o sus noches de absenta demuestren lo contrario). Y una que otra discreta mujer.
- Joaquín Rodriguez en un libro del 2022, "La furia de la lectura", propone en su introducción que si siempre somos las mismas personas las que estamos conversando alrededor de la mediación lectora, manifestando las mismas preocupaciones alrededor de la lectura, pues quizás el problema seamos nosotros y no el resto de "no lectores". Pero no quiero ahorrarles el resto de ideas, así que aquí se las dejo. Cito: "Y mientras tanto, persistimos en publicitar historias de la lectura como meros panegíricos, en lanzar cándidos argumentos humanistas para promocionarla, y en tratar de imponer cánones literarios indigeribles que pretenden hacer la lectura más atractiva" [...] "Es necesario reescribirlo la historia de la lectura para que la lectura siga teniendo el lugar que merece en una civilización como la nuestra, que vuelve a necesitar que salvaguardemos la condición y la dignidad humanas por encima de cualquier otra cosa. Saber ponerse en el lugar del otro; intentar entender los argumentos del otro; establecer puentes de diálogo a través de las palabras con el otro; consolidar principios éticos y convicciones morales irrenunciables y comunes no sujetos a los a veces caprichosos, y otros arteros, vaivenes de la historia".
Así que bien, con esas ideas cuestionándonos alrededor, quiero comenzar la conversación con preguntas que aterricen en la tierra. Un poquito en el fango. NO HACE FALTA QUE LAS RESPONDAS TODAS, pero sí que las vayas pensando, recolocando.
- ¿Qué opinas de la idea que propone Joaquín Rodriguez?, ¿es postureo de ruptura de las anteriores ideas o es una preocupación genuina?
- ¿Cuál es tu contexto como mediador?, ¿Con qué herramientas cuentas?, ¿cuáles son tus límites a la hora de ejecutar algún proyecto?
- ¿Cuál es el contexto que te interesa como mediador?, ¿a quién buscas atender?, ¿son todos iguales dentro de ese "contexto"?, ¿cuáles son los obstáculos para hacer mediación lectora en esos espacios?
- Y ahora piensa si esos "obstáculos" o "límites" están condicionados por tu propio contexto o por el contexto en el que deseas intervernir. ¿Cuánto de nuestro propio prejuicio o idea de lo que debe ser la mediación afecta a que ocurra una relación estable?
Son preguntas tramposas. De hecho, estas preguntas tienen muchísimos espacios grises. Y para eso es este café, para que tengamos una divina conversación semanal sobre lo que somos, lo que imaginamos y lo que esperamos.
¿Azúcar o sacarina?
Freddy G.-
Buenos días, queridas personas del ¿gremio? de la mediación:
Sé que es la última semana de octubre, que ha sido un mes pesado, pero los necesito abrazando la incomodidad. Que se muevan en esa silla como quien tiene una tachuela suelta. Quiero que nos pensemos fuera de nuestras ideas preconcebidas de la mediación, de la lectura; que pensemos en la cuota de autónomos a fin de mes, en la "discreta"subida del IVA en España, en las crisis energéticas sostenidas en distintos países de América Latina. Sí, es poner la radio (que noble es la radio como medio que se sostiene) y escuchar que el mundo está hecho un caos. ¿Es importante insistir tanto en la lectura actualmente cuando hay tantas otras cosas que cubrir?
No lo digo desde el enfado. En lo absoluto. Soy un ser de esperanza y con sus ideas claras (y hasta dulcemente simbólicas) acerca de la lectura. Lo pienso desde la razón, desde formar parte de una sociedad que tiene exactamente esas mismas angustias. Aquí donde me leen, ni idea de cómo voy a pagar el alquiler el mes que viene, pero seguimos insistiendo. Y dejo esto dicho, porque en muchos de los barómetros que se hacen sobre hábitos de lectura, se revela la falta de dinero como un obstáculo importante a la hora del "consumo". O de tiempo (que lo consume la necesidad de hacer dinero, de los obstáculos de la educación, de los cuidados en casa y, por lo tanto, de consumir otros formatos que no impliquen un "gasto" al menos evidente). Porque la lectura, en la actualidad, abraza vorazmente la idea del consumo. Las campañas de promoción lectora de las editoriales (y de los prescriptores digitales, dirigidos un poco por las mismas industrias), hablan de consumir libros, de leer como fanáticos o de educar en un modelo de productividad. La idea original del "placer lector" es ahora una carta capitalista voraz. Vamos a incomodarnos un poco más:
- Uno de los grandes pensadores literarios del siglo XX, Harold Bloom, publicó al inicio del siglo XXI un libro llamado "El canon occidental". En la introducción de este libro, manifiesta su preocupación acerca de cómo el mundo digital iba a alterar la idea del canon. Es decir, que todas aquellas lecturas fundamentales como referencias de la humanidad, esa línea civilizadora de la lectura, se desconfiguraría ante el acceso de tantas otras culturas o manifestaciones culturales, de otras razas, otros idiomas. Su angustia real era interesante: ¿quién va a poder estudiar todas esas posibilidades para construir un canon formal? Sin embargo, luego en ese mismo libro, propone autores para un canon fundamental: la gran mayoría hombres, blancos, heterosexual (hasta que se sus diarios o sus noches de absenta demuestren lo contrario). Y una que otra discreta mujer.
- Joaquín Rodriguez en un libro del 2022, "La furia de la lectura", propone en su introducción que si siempre somos las mismas personas las que estamos conversando alrededor de la mediación lectora, manifestando las mismas preocupaciones alrededor de la lectura, pues quizás el problema seamos nosotros y no el resto de "no lectores". Pero no quiero ahorrarles el resto de ideas, así que aquí se las dejo. Cito: "Y mientras tanto, persistimos en publicitar historias de la lectura como meros panegíricos, en lanzar cándidos argumentos humanistas para promocionarla, y en tratar de imponer cánones literarios indigeribles que pretenden hacer la lectura más atractiva" [...] "Es necesario reescribirlo la historia de la lectura para que la lectura siga teniendo el lugar que merece en una civilización como la nuestra, que vuelve a necesitar que salvaguardemos la condición y la dignidad humanas por encima de cualquier otra cosa. Saber ponerse en el lugar del otro; intentar entender los argumentos del otro; establecer puentes de diálogo a través de las palabras con el otro; consolidar principios éticos y convicciones morales irrenunciables y comunes no sujetos a los a veces caprichosos, y otros arteros, vaivenes de la historia".
Así que bien, con esas ideas cuestionándonos alrededor, quiero comenzar la conversación con preguntas que aterricen en la tierra. Un poquito en el fango. NO HACE FALTA QUE LAS RESPONDAS TODAS, pero sí que las vayas pensando, recolocando.
- ¿Qué opinas de la idea que propone Joaquín Rodriguez?, ¿es postureo de ruptura de las anteriores ideas o es una preocupación genuina?
- ¿Cuál es tu contexto como mediador?, ¿Con qué herramientas cuentas?, ¿cuáles son tus límites a la hora de ejecutar algún proyecto?
- ¿Cuál es el contexto que te interesa como mediador?, ¿a quién buscas atender?, ¿son todos iguales dentro de ese "contexto"?, ¿cuáles son los obstáculos para hacer mediación lectora en esos espacios?
- Y ahora piensa si esos "obstáculos" o "límites" están condicionados por tu propio contexto o por el contexto en el que deseas intervernir. ¿Cuánto de nuestro propio prejuicio o idea de lo que debe ser la mediación afecta a que ocurra una relación estable?
Son preguntas tramposas. De hecho, estas preguntas tienen muchísimos espacios grises. Y para eso es este café, para que tengamos una divina conversación semanal sobre lo que somos, lo que imaginamos y lo que esperamos.
¿Azúcar o sacarina?
Freddy G.-
Cita de Begoña Camblor Pandiella en 28 de octubre de 2024, 13:33Gracias, Freddy. Me bulle la mente con todo esto que propones, porque la mayor parte me toca especialmente.
Las 4 preguntas se me entrecruzan en cierta manera, así que hago un poquito de trampa y mezclo algunas cosas...
Ya en la clase con Isabel, cuando nos preguntó qué necesitábamos ahora para nuestro trabajo de mediación, comenté que necesitaba conocer mucho más a mi público. En este caso, jóvenes en torno a los 20 años que estudian para ser maestros y que tienen poco bagaje lector, y rechazan la lectura en un porcentaje muy grande. Les hicimos un pequeño cuestionario al inicio de este curso y los resultados fueron bastante desalentadores. Este es mi contexto y creo que uno de los conflictos es que estoy tomando precisamente a ese público como un obstáculo en sí mismo, no sé si llego a explicarme bien. Y, efectivamente, como lanzas en tus preguntas, pienso que hay mucho de prejuicio ahí, de haber estado siempre en un contexto familiar, de amistad y laboral muy proclive a la lectura por placer. Sigue incomodándome la figura del "no lector", porque me hace cuestionar muchísimo de lo que sé y sobre todo de lo que vivo con la lectura.
Por otro lado, y con respecto al canon y a la idea de lectura, siempre me he movido más, por elección personal, "en las afueras del canon", porque mucho de lo que he hecho laboralmente hablando ha girado en torno a mujeres escritoras, generaciones copadas por hombres, cuestionamientos al canon escolar y literario en general... Sí pienso que es en este marco donde mejor cabe la idea de que no todos leemos, ni tenemos por qué leer lo mismo. Y me surge que si entendemos eso tan manido del "clásico literario" como una obra que funciona a lo largo de la historia, que nos mueve independientemente del momento, no sé si hay mucho de real en el canon tal como lo conocemos. Vuelvo a mis alumnos y a su papel en esto: ¿sin interés, tiempo, ni capacidad para leer más, es tan obvio que esos grandes nombres les van a tocar mágicamente? ¿Hay alguna manera de trazarles una escalera que les ayude a llegar ahí? O más bien... ¿quiero que lleguen ahí? ¿Necesitan que les aturda con mi rollo sobre los beneficios románticos de la lectura, o tengo que enfocarlo de otra manera?
No lo sé, me hago más preguntas que respuestas. Espero ir poco a poco encontrando un hilo del que tirar a lo largo de la semana.
Abrazos a todas
Bego
Gracias, Freddy. Me bulle la mente con todo esto que propones, porque la mayor parte me toca especialmente.
Las 4 preguntas se me entrecruzan en cierta manera, así que hago un poquito de trampa y mezclo algunas cosas...
Ya en la clase con Isabel, cuando nos preguntó qué necesitábamos ahora para nuestro trabajo de mediación, comenté que necesitaba conocer mucho más a mi público. En este caso, jóvenes en torno a los 20 años que estudian para ser maestros y que tienen poco bagaje lector, y rechazan la lectura en un porcentaje muy grande. Les hicimos un pequeño cuestionario al inicio de este curso y los resultados fueron bastante desalentadores. Este es mi contexto y creo que uno de los conflictos es que estoy tomando precisamente a ese público como un obstáculo en sí mismo, no sé si llego a explicarme bien. Y, efectivamente, como lanzas en tus preguntas, pienso que hay mucho de prejuicio ahí, de haber estado siempre en un contexto familiar, de amistad y laboral muy proclive a la lectura por placer. Sigue incomodándome la figura del "no lector", porque me hace cuestionar muchísimo de lo que sé y sobre todo de lo que vivo con la lectura.
Por otro lado, y con respecto al canon y a la idea de lectura, siempre me he movido más, por elección personal, "en las afueras del canon", porque mucho de lo que he hecho laboralmente hablando ha girado en torno a mujeres escritoras, generaciones copadas por hombres, cuestionamientos al canon escolar y literario en general... Sí pienso que es en este marco donde mejor cabe la idea de que no todos leemos, ni tenemos por qué leer lo mismo. Y me surge que si entendemos eso tan manido del "clásico literario" como una obra que funciona a lo largo de la historia, que nos mueve independientemente del momento, no sé si hay mucho de real en el canon tal como lo conocemos. Vuelvo a mis alumnos y a su papel en esto: ¿sin interés, tiempo, ni capacidad para leer más, es tan obvio que esos grandes nombres les van a tocar mágicamente? ¿Hay alguna manera de trazarles una escalera que les ayude a llegar ahí? O más bien... ¿quiero que lleguen ahí? ¿Necesitan que les aturda con mi rollo sobre los beneficios románticos de la lectura, o tengo que enfocarlo de otra manera?
No lo sé, me hago más preguntas que respuestas. Espero ir poco a poco encontrando un hilo del que tirar a lo largo de la semana.
Abrazos a todas
Bego
Cita de Teresa Arnedo en 29 de octubre de 2024, 11:02
- ¿Cuál es el contexto que te interesa como mediador?, ¿a quién buscas atender?, ¿son todos iguales dentro de ese "contexto"?, ¿cuáles son los obstáculos para hacer mediación lectora en esos espacios?El contexto que más me interesa es el de la mediación lectora en mi colegio, con los docentes de mi claustro.Después de años de convivencia, he llegado a la conclusión que va a ser mucho más nutrida la experiencia lectora con docentes predispuestos a sumergirse en lecturas que posteriormente puedan compartir con su alumnado. Al finalizar los cursos escolares haciamos una encuesta sobre el conocimiento de la biblioteca escolar y la gran mayoría desconocía el contenido. Con la mediación lectora a través del club de lectura docente, hemos mejorado muchísimo. Y la valoración final de este club siempre es muy positiva, cada año somos 1 o dos más.
- ¿Cuál es el contexto que te interesa como mediador?, ¿a quién buscas atender?, ¿son todos iguales dentro de ese "contexto"?, ¿cuáles son los obstáculos para hacer mediación lectora en esos espacios?El contexto que más me interesa es el de la mediación lectora en mi colegio, con los docentes de mi claustro.Después de años de convivencia, he llegado a la conclusión que va a ser mucho más nutrida la experiencia lectora con docentes predispuestos a sumergirse en lecturas que posteriormente puedan compartir con su alumnado. Al finalizar los cursos escolares haciamos una encuesta sobre el conocimiento de la biblioteca escolar y la gran mayoría desconocía el contenido. Con la mediación lectora a través del club de lectura docente, hemos mejorado muchísimo. Y la valoración final de este club siempre es muy positiva, cada año somos 1 o dos más.
Cita de Teresa Arnedo en 29 de octubre de 2024, 11:03Ah, y los obstáculos son los recursos materiales porque queremos leer en papel y en ocasiones no encontramos disponibilidad de los lotes que queremos leer. Siempre estoy buscando hermanamientos lectores con centros educativos, bibliotecas o instituciones.
Ah, y los obstáculos son los recursos materiales porque queremos leer en papel y en ocasiones no encontramos disponibilidad de los lotes que queremos leer. Siempre estoy buscando hermanamientos lectores con centros educativos, bibliotecas o instituciones.
Cita de Charo Neira en 29 de octubre de 2024, 19:08Buenas tardes:
Mi contexto más inmediato como mediadora es el mismo que el de Begoña, puesto que ambas damos clase al mismo alumnado, futuros docentes de educación infantil. Desde luego que hay cierta diversidad siempre, pero es cierto que estos universitarios (o una parte de ellos) no responden a ese modelo de "lector ideal" (si es que existe tal lector ideal) que tenemos en mente. Uno de los obstáculos, desde luego, es conocerles, para poder orientarles mejor en su formación y aportarles nuevas lecturas que rompan un poco sus ideas previas y sus prejuicios sobre la literatura infantil y que les descubran perspectivas diferentes, obras a las que no están acostumbrados....
Al mismo tiempo, y aunque no es mi contexto más inmediato, también me interesa la mediación con los más pequeños, sobre todo con el alumnado de infantil, precisamente porque son las personas con las que mis actuales estudiantes tendrán algún día que actuar como mediadores. Además, y a un nivel más personal, me interesa también la mediación lectora con adolescentes.
Buenas tardes:
Mi contexto más inmediato como mediadora es el mismo que el de Begoña, puesto que ambas damos clase al mismo alumnado, futuros docentes de educación infantil. Desde luego que hay cierta diversidad siempre, pero es cierto que estos universitarios (o una parte de ellos) no responden a ese modelo de "lector ideal" (si es que existe tal lector ideal) que tenemos en mente. Uno de los obstáculos, desde luego, es conocerles, para poder orientarles mejor en su formación y aportarles nuevas lecturas que rompan un poco sus ideas previas y sus prejuicios sobre la literatura infantil y que les descubran perspectivas diferentes, obras a las que no están acostumbrados....
Al mismo tiempo, y aunque no es mi contexto más inmediato, también me interesa la mediación con los más pequeños, sobre todo con el alumnado de infantil, precisamente porque son las personas con las que mis actuales estudiantes tendrán algún día que actuar como mediadores. Además, y a un nivel más personal, me interesa también la mediación lectora con adolescentes.
Cita de Pilar Rodríguez Montes en 30 de octubre de 2024, 12:25Hola,
por algún motivo mi respuesta no se grabó así que voy a intentar volver a responder, espero no contradecirme a mi misma después de leer todo.
No creo que lo que escribe Joaquín Rodríguez sea postureo: "una civilización como la nuestra, que vuelve a necesitar que salvaguardemos la condición y la dignidad humanas por encima de cualquier otra cosa"
Creo que ve el mundo en que estamos, donde tenemos que volver a lo defender lo básico. El canon se ve "atacado" por el intento de hacer visibles otras realidades que se salgan de él y se defienden diciendo que esa inclusión es forzada como si la exclusión de esas realidades no ha sido forzada también. Supongo que es difícil perder el privilegio de mostrarte en lo alto de la estantería.
En cuanto a las preguntas.¿Contexto?. Siempre damos la misma respuesta, un contexto en el que carecemos de medios presupuestarios, materiales y humanos. Pero dónde quizá lo más preocupante es la falta de conocimiento e implicación de los representantes políticos. Necesitamos un cambio. Tenemos que cambiar y no quedarnos solo en actividades que son fuegos artificiales, brillan mucho pero se desvanecen sin dejar rastro. Yo trabajo en bibliotecas públicas y eso es esencial, no somos relevantes más que para un pequeño porcentaje de la población que nos busca.
¿A quien queremos/debemos/podemos llegar? Primero a los que nos buscan. Que necesitan nuestros usuarios y como satisfacerlos. Y luego los que no nos buscan pero nos "necesitan" (mayores, adolescentes, migrantes, desempleados). Llegar a ellos es uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos.
Creo que aún tenemos que demostrar que lo que ofrecemos es relevante para los que no nos buscan.
Hola,
por algún motivo mi respuesta no se grabó así que voy a intentar volver a responder, espero no contradecirme a mi misma después de leer todo.
No creo que lo que escribe Joaquín Rodríguez sea postureo: "una civilización como la nuestra, que vuelve a necesitar que salvaguardemos la condición y la dignidad humanas por encima de cualquier otra cosa"
Creo que ve el mundo en que estamos, donde tenemos que volver a lo defender lo básico. El canon se ve "atacado" por el intento de hacer visibles otras realidades que se salgan de él y se defienden diciendo que esa inclusión es forzada como si la exclusión de esas realidades no ha sido forzada también. Supongo que es difícil perder el privilegio de mostrarte en lo alto de la estantería.
En cuanto a las preguntas.¿Contexto?. Siempre damos la misma respuesta, un contexto en el que carecemos de medios presupuestarios, materiales y humanos. Pero dónde quizá lo más preocupante es la falta de conocimiento e implicación de los representantes políticos. Necesitamos un cambio. Tenemos que cambiar y no quedarnos solo en actividades que son fuegos artificiales, brillan mucho pero se desvanecen sin dejar rastro. Yo trabajo en bibliotecas públicas y eso es esencial, no somos relevantes más que para un pequeño porcentaje de la población que nos busca.
¿A quien queremos/debemos/podemos llegar? Primero a los que nos buscan. Que necesitan nuestros usuarios y como satisfacerlos. Y luego los que no nos buscan pero nos "necesitan" (mayores, adolescentes, migrantes, desempleados). Llegar a ellos es uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos.
Creo que aún tenemos que demostrar que lo que ofrecemos es relevante para los que no nos buscan.
Cita de Irene Peña Atilde en 30 de octubre de 2024, 16:11Hola a todos, mi contexto como reciente mediadora es una biblioteca municipal de barrio, principalmente de un barrio obrero, con una población bastante envejecida y mucha inmigración. Contamos con muchos recursos bibliográficos, pues es una biblioteca bastante grande. Los usuarios, lo típico, la gente mayor, usuarios muy fieles, los niños, maravillados por descubrir nuevos mundos en cada historia, y en cuanto a los jóvenes, pues la gran mayoría aparece de vez en cuando a por un libro que les han mandado leer en el instituto, si no es para estudiar o hacer un trabajo. En nuestra biblioteca se ha creado una zona juvenil, pero lejos de acercarse a los libros de las estanterías, la zona se utiliza en su mayoría para hacer deberes o pasar el rato cuando en la calle hace frío.
Para mí el obstáculo está ahí, una línea invisible que separa a los jóvenes de la literatura. Es posible, que muchos jóvenes se vean afectados y se separen del camino de la lectura al encontrarse con ciertas lecturas obligatorias en el ámbito educativo, como fue mi caso. Personalmente, años después me reconcilié con la lectura y, como ya he dicho, trabajo en una biblioteca, pero el resto de mis amigos se quedaron con la mala experiencia y la idea de la lectura como “un rollo”, “una pérdida de tiempo” que “no sirve para nada”.
Siguiendo el hilo de lo comentado en las semanas anteriores, veo un problema en el término ‘lector’. Pienso que todos formamos una comunidad de lectores y que todos somos lectores por naturaleza y no me refiero a los libros (que es lo que entendemos cuando nos preguntan si leemos). Como bien decía Isabel, leemos el tiempo, leemos la luz del día, leemos imágenes, pero si nos referimos a textos, leemos noticias, leemos las redes sociales, leemos carteles, leemos WhatsApps, y aquí ya enlazo con los jóvenes. Pienso que el problema es que ellos mismos no se consideran lectores porque no conciben el término lector como lo que es y no saben que realmente cuando una amiga te manda un texto relatando el problema que ha tenido con su familia por llegar tarde a casa porque estaba pasándolo bien con los amigos está leyendo realmente una historia (ficción o no ficción).
Y ¿es posible acercarnos a los jóvenes por ahí? Pues eso ya no lo sé.
Hola a todos, mi contexto como reciente mediadora es una biblioteca municipal de barrio, principalmente de un barrio obrero, con una población bastante envejecida y mucha inmigración. Contamos con muchos recursos bibliográficos, pues es una biblioteca bastante grande. Los usuarios, lo típico, la gente mayor, usuarios muy fieles, los niños, maravillados por descubrir nuevos mundos en cada historia, y en cuanto a los jóvenes, pues la gran mayoría aparece de vez en cuando a por un libro que les han mandado leer en el instituto, si no es para estudiar o hacer un trabajo. En nuestra biblioteca se ha creado una zona juvenil, pero lejos de acercarse a los libros de las estanterías, la zona se utiliza en su mayoría para hacer deberes o pasar el rato cuando en la calle hace frío.
Para mí el obstáculo está ahí, una línea invisible que separa a los jóvenes de la literatura. Es posible, que muchos jóvenes se vean afectados y se separen del camino de la lectura al encontrarse con ciertas lecturas obligatorias en el ámbito educativo, como fue mi caso. Personalmente, años después me reconcilié con la lectura y, como ya he dicho, trabajo en una biblioteca, pero el resto de mis amigos se quedaron con la mala experiencia y la idea de la lectura como “un rollo”, “una pérdida de tiempo” que “no sirve para nada”.
Siguiendo el hilo de lo comentado en las semanas anteriores, veo un problema en el término ‘lector’. Pienso que todos formamos una comunidad de lectores y que todos somos lectores por naturaleza y no me refiero a los libros (que es lo que entendemos cuando nos preguntan si leemos). Como bien decía Isabel, leemos el tiempo, leemos la luz del día, leemos imágenes, pero si nos referimos a textos, leemos noticias, leemos las redes sociales, leemos carteles, leemos WhatsApps, y aquí ya enlazo con los jóvenes. Pienso que el problema es que ellos mismos no se consideran lectores porque no conciben el término lector como lo que es y no saben que realmente cuando una amiga te manda un texto relatando el problema que ha tenido con su familia por llegar tarde a casa porque estaba pasándolo bien con los amigos está leyendo realmente una historia (ficción o no ficción).
Y ¿es posible acercarnos a los jóvenes por ahí? Pues eso ya no lo sé.
Cita de Selene Loayza Cabezas en 30 de octubre de 2024, 18:54Buen día. Bueno, yo puedo contarles un poco de mi contexto en latinoamérica, específicamente en Ecuador, que quisiera saber si hay algunas similitudes con respecto a lo que pasa en Europa.
En Ecuador no existían una política pública en cuanto al derecho a la lectura y libros, recién este año se elaboró la política, pero áun no se la aplica. Las bibliotecas públicas son extremadamente escasas y casi ninguna escuela fiscal o del Estado tiene biblioteca escolar, por lo tanto el acceso al libro es muy limitado en mi país. Practicamente el derecho a la lectura se ha convertido en un privilegio de pocos. Por ello, dentro de mi proyecto autogestionado he visto la necesidad de acercar los libros y la lectura justo a los grupos en situación de vulnerabilidad. Aquellos que, quizás nunca tuvieron la oportunidad de leer por leer, o que nunca tuvieron la oportunidad de tener un libro entre sus manos. Es un trabajo fuerte, ya que no se cuenta con apoyo de financiamiento a estos proyectos por el Estado. Así que muchos de los proyectos de mediación lectora en mi país y que, funcionan de forma autogestionada, están a la deriva ( a merced de las circunstancias económicas).
Espero que con esta política pública que se realizó en relacióna la lectura mejore la situación. Ya que justo, ahora, que hay jóvenes y niños que se están involucrando en bandas narcodelictivas debido a la economía precaria del país, es necesario que brindemos más oportunidades y garanticemos sus derechos a la niñez y adolescencia. Ya que la lectura puede abrir ventanas y puertas hacia otros mundos posibles ( lo he comprobado en los pocos años que he practicado mediación lectora).
Quisiera que me ayuden indicando, compañeros y compañeras de España: ¿ funciona la política pública en torno a la lectura en España? ¿ Cuáles son sus aciertos? ¿ Cuáles son sus debilidades o errores? ¿ Qué cambiarían ustedes en su experiencia?
Tengo esas dudas, que me interesaría conocer desde su experiencia , contextos y perspectivas.
Muchas gracias y saludos
Buen día. Bueno, yo puedo contarles un poco de mi contexto en latinoamérica, específicamente en Ecuador, que quisiera saber si hay algunas similitudes con respecto a lo que pasa en Europa.
En Ecuador no existían una política pública en cuanto al derecho a la lectura y libros, recién este año se elaboró la política, pero áun no se la aplica. Las bibliotecas públicas son extremadamente escasas y casi ninguna escuela fiscal o del Estado tiene biblioteca escolar, por lo tanto el acceso al libro es muy limitado en mi país. Practicamente el derecho a la lectura se ha convertido en un privilegio de pocos. Por ello, dentro de mi proyecto autogestionado he visto la necesidad de acercar los libros y la lectura justo a los grupos en situación de vulnerabilidad. Aquellos que, quizás nunca tuvieron la oportunidad de leer por leer, o que nunca tuvieron la oportunidad de tener un libro entre sus manos. Es un trabajo fuerte, ya que no se cuenta con apoyo de financiamiento a estos proyectos por el Estado. Así que muchos de los proyectos de mediación lectora en mi país y que, funcionan de forma autogestionada, están a la deriva ( a merced de las circunstancias económicas).
Espero que con esta política pública que se realizó en relacióna la lectura mejore la situación. Ya que justo, ahora, que hay jóvenes y niños que se están involucrando en bandas narcodelictivas debido a la economía precaria del país, es necesario que brindemos más oportunidades y garanticemos sus derechos a la niñez y adolescencia. Ya que la lectura puede abrir ventanas y puertas hacia otros mundos posibles ( lo he comprobado en los pocos años que he practicado mediación lectora).
Quisiera que me ayuden indicando, compañeros y compañeras de España: ¿ funciona la política pública en torno a la lectura en España? ¿ Cuáles son sus aciertos? ¿ Cuáles son sus debilidades o errores? ¿ Qué cambiarían ustedes en su experiencia?
Tengo esas dudas, que me interesaría conocer desde su experiencia , contextos y perspectivas.
Muchas gracias y saludos
Cita de Cecilia Nicora en 31 de octubre de 2024, 04:40¿Cuál es el contexto que te interesa como mediador?, ¿a quién buscas atender?, ¿son todos iguales dentro de ese "contexto"?, ¿cuáles son los obstáculos para hacer mediación lectora en esos espacios?
Por este lado el contexto que más me interesa hoy, y posiblemente porque esto trabajando de cerca en esto, es lo que sucede dentro de la escuela. Precisamente, con las maestras. Vivo en un lugar donde el inglés es la lengua oficial, pero más del 40% de la población es de descendencia hispana/latina. No todos hablan español, por una diversidad de motivos, pero sí que hay programas educativos donde el español es el vehículo para acceder al conocimiento.
No todos son iguales en este contexto, ni los niños ni las maestras, porque en su mochila traen diversas historias con la lengua, algunos la hablan en casa, otros no, algunos la entienden pero no pueden producirla aún, a otros les avergüenza, a algunos no les gusta a hablarla, y así podría seguir, pero yendo a los obstáculos en sí, pienso que son aquellos que están asociados al "uso" que se le da a la literatura, que es uno muy funcional. Leer para enseñar, leer para aumentar el vocabulario, leer para modelar el lenguaje y todos esos "para" van dejando sin lugar alguno al "leer por leer". Pienso que me gustaría verles (niños, maestras, cuidadores), y que se merecen, con otro tipo de contacto con el libro, para disfrutar, para relajarse, para enamorarse, para llorar, lo que sea. Y bajar el nivel de ansiedad: "que si leo bien", "que no puedo equivocarme", "que tengo que marcar el libro con mil post-its para ir marcando las paradas y así poder enseñar el vocabulario". Por supuesto que existen espacios donde esto no es siempre así, pero, en la escuela al menos, parecen ser opacados por toda esta cuestión "metodológica", "utilitaria" de cómo acercarse a la lectura.
¿Cuál es el contexto que te interesa como mediador?, ¿a quién buscas atender?, ¿son todos iguales dentro de ese "contexto"?, ¿cuáles son los obstáculos para hacer mediación lectora en esos espacios?
Por este lado el contexto que más me interesa hoy, y posiblemente porque esto trabajando de cerca en esto, es lo que sucede dentro de la escuela. Precisamente, con las maestras. Vivo en un lugar donde el inglés es la lengua oficial, pero más del 40% de la población es de descendencia hispana/latina. No todos hablan español, por una diversidad de motivos, pero sí que hay programas educativos donde el español es el vehículo para acceder al conocimiento.
No todos son iguales en este contexto, ni los niños ni las maestras, porque en su mochila traen diversas historias con la lengua, algunos la hablan en casa, otros no, algunos la entienden pero no pueden producirla aún, a otros les avergüenza, a algunos no les gusta a hablarla, y así podría seguir, pero yendo a los obstáculos en sí, pienso que son aquellos que están asociados al "uso" que se le da a la literatura, que es uno muy funcional. Leer para enseñar, leer para aumentar el vocabulario, leer para modelar el lenguaje y todos esos "para" van dejando sin lugar alguno al "leer por leer". Pienso que me gustaría verles (niños, maestras, cuidadores), y que se merecen, con otro tipo de contacto con el libro, para disfrutar, para relajarse, para enamorarse, para llorar, lo que sea. Y bajar el nivel de ansiedad: "que si leo bien", "que no puedo equivocarme", "que tengo que marcar el libro con mil post-its para ir marcando las paradas y así poder enseñar el vocabulario". Por supuesto que existen espacios donde esto no es siempre así, pero, en la escuela al menos, parecen ser opacados por toda esta cuestión "metodológica", "utilitaria" de cómo acercarse a la lectura.
Cita de Carmen Díez Valdivieso en 31 de octubre de 2024, 08:34Buenos días,
Mi contexto como mediadora es una biblioteca municipal de un pueblo de Palencia. Un lugar donde van personas de toda indole, mayores a leer el periódico, otras amas de casa, que simplemente van por leer, porque piensan que es conveniente leer, y me dicen siempre dame un libro que no tenga que pensar mucho. Otras son personas mayores que con excasa visión me dicen dame algo que me entretenga, que pase algo en el libro y a ser posible que tenga la letra grande. Es muy variopinto.
Hace poco hemos creado un Club de Lectura, y hay mucho apasionamiento por la gente, por comentar el libro, en este club también me considero un poco mediadora
Y los niños y jovenes que van también es otro mundo. Dame un libro que no tenga muchas hojas, eso dicen los jovenes, porque tengo que leer los que me obligan en el instituto, y esa es la cantinela que tienen. Siempre les ofrezcco, pero me parece más interesante que miren y busquen ellos, aunque revuelvan las estanterias, eso es lo fabuloso que entren a la bibliotea de su pueblo, que la conozcan y la exploren.
Que no la conozcan solamente porque me pidan el wifi, para su móvil o tablet.
Las unicas herramientas con las que cuento es el conocimiento de los usuarios que van a la biblioteca, y no todos son iguales claro, y no todos los días tienen el mismo ánimo. El ánimo también influye a la hora de escoger la lectura.
Estoy encantada de leeros, nos enriquece a todos.
Un saludo,
Carmen
Buenos días,
Mi contexto como mediadora es una biblioteca municipal de un pueblo de Palencia. Un lugar donde van personas de toda indole, mayores a leer el periódico, otras amas de casa, que simplemente van por leer, porque piensan que es conveniente leer, y me dicen siempre dame un libro que no tenga que pensar mucho. Otras son personas mayores que con excasa visión me dicen dame algo que me entretenga, que pase algo en el libro y a ser posible que tenga la letra grande. Es muy variopinto.
Hace poco hemos creado un Club de Lectura, y hay mucho apasionamiento por la gente, por comentar el libro, en este club también me considero un poco mediadora
Y los niños y jovenes que van también es otro mundo. Dame un libro que no tenga muchas hojas, eso dicen los jovenes, porque tengo que leer los que me obligan en el instituto, y esa es la cantinela que tienen. Siempre les ofrezcco, pero me parece más interesante que miren y busquen ellos, aunque revuelvan las estanterias, eso es lo fabuloso que entren a la bibliotea de su pueblo, que la conozcan y la exploren.
Que no la conozcan solamente porque me pidan el wifi, para su móvil o tablet.
Las unicas herramientas con las que cuento es el conocimiento de los usuarios que van a la biblioteca, y no todos son iguales claro, y no todos los días tienen el mismo ánimo. El ánimo también influye a la hora de escoger la lectura.
Estoy encantada de leeros, nos enriquece a todos.
Un saludo,
Carmen